Cómo mejorar la salud mental

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Cómo mejorar la salud mental

De manera errónea, creemos y asumimos que la salud solo tiene que ver con el estado físico del cuerpo y nada puede estar más alejado de la realidad. Lo netamente cierto es que nuestra mente es algo así como la torre de control o el centro de poder; por ende, si nos sentimos mal emocionalmente, de manera consecutiva nuestro cuerpo también se verá afectado.

Las personas que están emocionalmente sanas tienen el control de sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Asimismo, son capaces de hacer frente a los desafíos de la vida. Pueden poner los problemas en perspectiva, buscar soluciones a los contratiempos y recuperarse de los mismos. Por otro lado, al sentirse bien consigo mismos logran tener también buenas relaciones en sus entornos.

Debemos tener muy en cuenta que estar mental y emocionalmente saludables no significa mantenerse en un forzado estado de felicidad todo el tiempo. Significa que somos conscientes de nuestras emociones. Que podemos lidiar con ellas, ya sean positivas o negativas.

Eso que dicen por ahí de que mente sana es cuerpo sano, es totalmente cierto. Por tanto, para mejorar diariamente tu salud mental te recomendamos que intentes poner en práctica estos consejos:

Mantén organizadas tus actividades y rutinas: Intenta tener una agenda (física, digital o ambas) destaca por colores horarios, días, prioridades y tipo de actividades. Activa una alarma diaria en tu celular para asegurarte de revisar tu agenda del día. Si tienes un horario establecido para cada actividad evitarás distracciones, sedentarismo o incluso tener que sacrificar horas de tu vida, porque el tiempo no te rindió.

Habla sobre tus emociones: Si los sentimientos de estrés, tristeza o ansiedad están causando problemas físicos, guardar estos sentimientos puede hacerte sentir peor. Está bien hacer que tus seres queridos sepan cuando algo te molesta. Sin embargo, ten en cuenta que la familia y los amigos no siempre pueden ayudar a lidiar con estos sentimientos de forma adecuada. En estos momentos, pide ayuda, asesoramiento y apoyo a alguien fuera de la situación.

Regula tus horarios de sueños y alimentación: La expresión de que “el sueño alimenta”, en alusión a las virtudes del buen dormir para el desarrollo de los bebés, no sólo se aplica a las primeras etapas de la vida, sino que además se extiende a toda nuestra existencia, convirtiéndose en “si duermes bien, te alimentas mejor”. Dormir lo suficiente podría hacer que se tomen mejores decisiones para comer y se elijan alimentos más saludables. Así que evita saltarte comidas, comer a deshoras y por sobre todas las cosas no sacrifique horas de sueño.

Haz ejercicio: El ejercicio es una parte importante de un estilo de vida saludable. El ejercicio previene problemas de salud, aumenta la fuerza, aumenta la energía y puede ayudar a reducir el estrés. También puede ayudar a mantener un peso corporal saludable y reducir el apetito.

Ten siempre tiempo para relajarte o practicar un hobby: No hay nada mejor para calmar los nervios, para relajarse adecuadamente, que realizar cualquier actividad que nos resulte lo suficientemente entretenida y relajante como para hacer que nos olvidemos de absolutamente todo.

Ten relaciones personales saludables: Las relaciones interpersonales son el eje de nuestra vida. Es innegable la determinante importancia que tienen nuestros contactos con otras personas en el desarrollo de nuestras experiencias, por lo que debemos procurar que estas interacciones sean lo más ricas, interesantes y provechosas posibles. Por el contrario, aquellas relaciones que no propician la alegría o los buenos momentos, sino la discordia y el sufrimiento, deben ser mejoradas o alejadas.

Fuente: https://es.familydoctor.org